La psicología detrás de los “me gusta”: por qué ansiamos la validación en las redes sociales

Creado 19 septiembre, 2024
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El poder de un solo “me gusta” en las redes sociales va mucho más allá de un simple toque en una pantalla. Ya sea en Facebook, Instagram o TikTok, los “me gusta” tienen la capacidad de alterar nuestra autopercepción, mejorar nuestro estado de ánimo e incluso dictar nuestro comportamiento en línea. Pero, ¿qué tienen estos gestos de aprobación virtuales que nos hacen volver a por más? La psicología detrás de los “me gusta” profundiza en las razones por las que estas métricas son tan adictivamente gratificantes. Al comprender los impactos cognitivos y emocionales de recibir “me gusta”, podemos obtener información sobre los efectos más profundos que tienen las redes sociales en nuestro bienestar mental. Desde un punto de vista psicológico, cada vez que recibimos un “me gusta”, nuestro cerebro desencadena la liberación de dopamina, un neurotransmisor responsable del placer. Esto conduce a la creación de un ciclo de retroalimentación, donde los usuarios buscan constantemente la validación en forma de “me gusta” y comentarios positivos. Pero más allá de la sensación inmediata de satisfacción, la psicología detrás de los “me gusta” involucra motivaciones más profundas, a menudo inconscientes, que se vinculan con nuestra necesidad de aceptación y estatus social.

La dopamina y el sistema de recompensa

Los "me gusta" activan el sistema de recompensa del cerebro y liberan dopamina de la misma manera que cuando comemos nuestra comida favorita o recibimos un cumplido. Los estudios han demostrado que esta liberación puede volverse adictiva y generar un ciclo de búsqueda de validación a través de los "me gusta" y las publicaciones compartidas. Esto crea lo que se suele denominar un "ciclo de dopamina", en el que los usuarios publican contenido constantemente con la esperanza de recibir un refuerzo positivo.

El factor de aprobación social

Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza y la necesidad de aprobación está incorporada en nuestra psicología. Los “me gusta” en las redes sociales actúan como una forma de validación social, reforzando nuestro deseo de ser aceptados dentro de nuestro grupo de pares. Cuando recibimos “me gusta”, es como si la comunidad digital nos estuviera respaldando, lo que puede generar un mayor sentido de autoestima y pertenencia. Por otro lado, la falta de “me gusta” puede inducir sentimientos de rechazo e incompetencia.

El papel del FOMO (miedo a perderse algo)

La psicología detrás de los “me gusta” está estrechamente vinculada al miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés). Cuando los usuarios ven que sus amigos e influencers reciben miles de “me gusta”, pueden sentirse presionados a mantener un nivel similar de interacción social. Esto impulsa comportamientos como publicar con mayor frecuencia o participar en estrategias de “me gusta por me gusta” para aumentar la visibilidad y la aprobación. El miedo a quedar excluido o pasar desapercibido puede generar ansiedad e insatisfacción.

El impacto en la salud mental

Si bien recibir “me gusta” puede mejorar temporalmente la autoestima, los efectos a largo plazo sobre la salud mental pueden ser perjudiciales. Los estudios han vinculado el uso intensivo de las redes sociales y la búsqueda de “me gusta” con un aumento de la ansiedad, la depresión y una menor autoestima. La necesidad de validación constante puede provocar agotamiento emocional, en particular cuando los usuarios sienten que su contenido no recibe suficiente atención.

Conclusión

La psicología detrás de los “me gusta” resalta la poderosa intersección entre las redes sociales y el comportamiento humano. Si bien los “me gusta” pueden brindar sentimientos temporales de placer y validación, también pueden fomentar una necesidad más profunda de aprobación que afecta la salud mental y el bienestar. Al reconocer los desencadenantes psicológicos que impulsan nuestro deseo de “me gusta”, podemos tomar medidas para gestionar nuestros hábitos en las redes sociales de manera más consciente, priorizando las conexiones genuinas por sobre las métricas superficiales.

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Cuando un usuario recibe un me gusta en las redes sociales, el sistema de recompensa del cerebro se activa y libera dopamina, que se asocia con el placer y la satisfacción. Esto crea un ciclo de refuerzo que hace que las personas quieran publicar más contenido con la esperanza de recibir más me gusta.

Sí, el enfoque excesivo en obtener "me gusta" puede contribuir a problemas de salud mental como ansiedad, depresión y sentimientos de incompetencia. La necesidad de validación social constante puede hacer que los usuarios se sientan emocionalmente agotados si su contenido no recibe la interacción esperada.

La presión para publicar con frecuencia suele estar impulsada por el miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés). Ver que otros reciben muchos "me gusta" y participación puede impulsar a los usuarios a publicar más para seguir siendo relevantes y mantener la aprobación social dentro de su comunidad o grupo de pares.